Para ser educador hay que ser optimista. Hay que creer en el ser humano, en todo ser humano, y en el potencial que tiene para ser mejor cada día. Un buen educador también ha de ser valiente, valiente para atreverse a recorrer caminos desconocidos y novedosos, aún a riesgo de ser criticado o de fracasar en el intento.
Todos somos educadores de alguna forma; seamos optimistas, valientes y comprometidos. Hagamos una comunidad de lazos fuertes y seamos #OrgullosamenteDAmicis
Te dejamos dos ligas para que veas los videos de Sara Mijares Prian con sus experiencias dentro del instituto: